Si no estamos dispuestos a cambiar nuestra manera de pensar, si no estamos dispuestos a cambiar nuestro consumo irresponsable de recursos, éste es el futuro que mereceremos.
Hagamos la diferencia y empecemos a cambiar nuestras actitudes, por un mundo en el que podamos vivir y no en el que tengamos que sobrevivir. El cambio está en nuestras manos.